¡Hola de nuevooooooo y bienvenidos !
¡ No dejo de sorprenderme ! hoy he terminado encontrando un nuevo libro y la verdad he quedado asombrada.
Nunca he leído un libro sobre sirenas, debo deciros que la mitología me encanta, me apasiona, así pues todo lo que este relacionado con ello me atrae irremediablemente a leerlo.
Así que quiero presentaros el trabajo de Diana Al Azem. al igual que me paso con T.P.Edmond, me he leído el libro en cuestión de pocos días, jamas pensé que un libro sobre sirenas me atraería tanto pero resulta que me ha enamorado.
Mi enhorabuena a la escritora ha conseguido sumergirme en ese mundo y vivirlo como propio.
Espero que ha vosotros también os guste tanto como ha mi.
Nunca olvidaré la sensación de ahogo que me produjo estar tanto tiempo bajo el agua. La falta de oxígeno bloqueó mis pulmones provocando pequeños espasmos en mi cuerpo, y la poca luz que penetraba bajo el mar se fue apagando poco a poco.
Medio inconsciente sentí que algo agarraba mi cintura para arrastrarme a las profundidades del océano, y fue entonces cuando perdí el conocimiento por completo.
No recuerdo cómo ni cuándo conseguí salir a flote, pero en algún momento del atardecer me hallé a la deriva sobre una tabla de surf, a unos quinientos metros de la costa de Tarifa.
Gracias a una patrulla de guardacostas que supervisaba la zona, pude volver a casa. Jamás encontraron una explicación al hecho de que una niña de tres años sobreviviera en mitad del mar bajo aquellas temperaturas invernales.
Nunca olvidaré la sensación de ahogo que me produjo estar tanto tiempo bajo el agua. La falta de oxígeno bloqueó mis pulmones provocando pequeños espasmos en mi cuerpo, y la poca luz que penetraba bajo el mar se fue apagando poco a poco.
Medio inconsciente sentí que algo agarraba mi cintura para arrastrarme a las profundidades del océano, y fue entonces cuando perdí el conocimiento por completo.
No recuerdo cómo ni cuándo conseguí salir a flote, pero en algún momento del atardecer me hallé a la deriva sobre una tabla de surf, a unos quinientos metros de la costa de Tarifa.
Gracias a una patrulla de guardacostas que supervisaba la zona, pude volver a casa. Jamás encontraron una explicación al hecho de que una niña de tres años sobreviviera en mitad del mar bajo aquellas temperaturas invernales.
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